Enseña Perú: Educando con propósito

“Salir de tu zona de confort a la que estás acostumbrado toda tu vida, enfrentarte a retos inimaginables cargado de emociones que pueden llevarte a dudar, llorar o reír; tomar la decisión de enseñar en una institución educativa con muchas necesidades y pocos recursos, impactar un poquito en la vida de personitas que jamás conociste, es lo que me tocó vivir cuando asumí la responsabilidad de convivir con un grupo de niños en el colegio Fernando Belaúnde Terry en el Asentamiento Humano Daniel Alcides Carrión del Callao”, señala Víctor Barúa, Administrador de profesión, egresado de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), hoy es miembro del área de Reclutamiento y Selección de Enseña Perú, y comparte su testimonio para Retos Sostenibles.

Cuando estaba en séptimo ciclo de la carrera conocí a Enseña Perú, fui una especie de reclutador universitario, trataba de contactar con estudiantes de últimos ciclos para contarles sobre el sueño de cambiar la educación y ser parte de un movimiento que trabaja “en la cancha” con los estudiantes. Este rol lo hice solo durante ese ciclo ya que luego prioricé mis estudios.

El año 2014 terminé la carrera y me contrataron en el trabajo donde estuve haciendo mis prácticas. Durante los primeros meses del 2015, como parte de las actividades laborales, fui a un evento llamado “El barómetro de la confianza” y ahí conocí a Franco Mosso, Director Ejecutivo de Enseña Perú en ese momento; es así que pude conversar con él y reconectar mis motivaciones en ese propósito de ser parte del movimiento. Franco me dio su tarjeta y así me puse en contacto con el staff para poder postular al Programa de Liderazgo de Enseña Perú más adelante.

En julio del 2015 cambié de trabajo, tenía más responsabilidades y mi desarrollo profesional crecía rápidamente; semanas antes había postulado también a Enseña Perú, y tras un proceso de selección, paralelamente a mi nuevo empleo, logré ingresar. Ser parte de esta institución es una de las mejores sensaciones de logro que he tenido.

Renuncié a mi trabajo en diciembre del 2015, y luego de unos días comencé en el Instituto de Verano de Enseña Perú, espacio donde nos capacitan en pedagogía, liderazgo, manejo de aula, planificación de clases y técnicas de enseñanza; es la mejor forma de iniciar el desafío, ya que conoces a otras personas completamente distintas a ti, pero que tienen el mismo sentimiento, compromiso y propósito con la educación.

Luego de cuatro semanas de capacitación en el Instituto, cada miembro de la promoción fue asignado a diferentes regiones del país, es así como llego a enseñar al colegio Fernando Belaúnde Terry, pasando el penal de Sarita Colonia en el Callao.

El primer año fui docente tutor de 4to de primaria, y en mi segundo año, con los mismos pequeños, docente tutor de 5to. Ser docente tutor significa enseñar todos los cursos, y creo que haber cumplido ese rol fue clave para poder conocer la realidad educativa por la que atraviesan muchos centros educativos del país, me permitió interactuar con todos mis estudiantes, saber de sus intereses, sus motivaciones, sus historias personales, familiares, todo ello favoreció para conectar con cada uno y así contribuir con su formación.

En lo particular, el primer año fue muy intenso ya que te comienzas a adaptar a una realidad muy distinta; a entender los problemas sociales, planificar clases de impacto, mantener la estabilidad emocional, a ser estratégico para conversar con las personas de la comunidad educativa, asumir responsabilidades, y transmitir lo mejor de uno a los estudiantes, era de todos los días.

Al inicio del año, con una evaluación de entrada pude conocer el nivel académico de los estudiantes, es así que pude planificar mis clases y actividades; al término del mismo, volví a evaluarlos y los resultados fueron bastante gratificantes. Es importante entender que no solo se trata de una nota, sino también del desarrollo de las habilidades y competencias blandas, en ello incidimos mucho en cada uno de los estudiantes.

El primer año realizamos muchas actividades dentro y fuera del aula, hacíamos dinámicas en el parque, nos pintábamos la cara entre todos para hacer divertida las clases, nos tirábamos al suelo a ver el techo y en él imaginábamos y creábamos; conseguí llevar una pantalla de cine al patio central del colegio, contábamos cuentos, conversábamos de la vida en general, entre otras acciones que ayudaron a fortalecer la confianza e interacción con los alumnos.

Quiero contarles sobre Jefferson, él tenía 14 años cuando comencé como tutor de 4to de primaria; el promedio de edad para estar en cuarto es de 9 ó 10 años, sin embargo, Jefferson por diferentes motivos estaba en 4to con nosotros; cuando detecté que no sabía leer, busqué una conexión para poder ayudarlo. Comenzamos hablando de futbol, jugando en los recreos y quedándonos por la tarde a leer el periódico, fue una etapa muy interesante ya que veía a Jefferson ser él mismo. Al finalizar el año, Jefferson leía con normalidad aunque le costaban un poco las palabras rebuscadas. Hoy, Jefferson forma parte de la liga de menores del Sport Boys, y a mí me da mucho gusto que haga lo que le apasiona.

Durante el segundo año, el trabajo no fue más fácil pero si pude hacer otras dinámicas y actividades con ellos ya que teníamos más confianza y una relación más cercana. Creamos una empresa de eventos y realizábamos actividades cada cierto tiempo, entre ellas una tarde de cine, un campeonato de fútbol, y hasta una colecta para llevar agua y alimentos a los bomberos.

El trabajo que realicé fue pensando siempre en ellos. La relación con los otros docentes, el director y yo fue bastante beneficiosa ya que pude hacer sinergia entre lo que yo sabía cómo administrador y lo que ellos conocían como profesores. Asimismo, la comunidad me recibió bastante bien, creo que me gané la confianza y el cuidado de ellos por los resultados con los chicos.

Ser parte de Enseña Perú es una experiencia única, te enfrentas a retos inimaginables, retas a tus estudiantes a lograr sus propósitos, y cuando ves sus logros, te cargas de emociones que te llenan de satisfacción; la experiencia que viví estos dos años con la educación es única y siento que me marcan para siempre.

Tomar la decisión de dejar el trabajo como administrador para impactar un poquito en la vida de personitas que no conocía fue difícil, pero ha sido una de las mejores experiencias que he tenido. Mi vida ha cambiado, todo lo que hago es pensando en quienes fueron mis estudiantes, ya que sé que hay muchos más en el país que son tan increíbles como mis pequeños.

Actualmente, trabajo en el área de Reclutamiento y Selección de Enseña Perú, busco a los nuevos profesionales que quieren movilizar, impactar y transformar vidas. Somos un movimiento de estudiantes, profesionales, docentes, directores, autoridades, empresas y comunidades comprometidos con la educación; te invito a ser parte de esta enriquecedora y maravillosa experiencia.

Fuente: Retos Sostenibles, Guía de Responsabilidad Social

Autor: Juan Carlos Soto