MEDIO AMBIENTE

El otro lado de la COVID-19

Algunas preguntas -ampliamente discutidas en las reuniones para reducir el impacto negativo al Planeta- han sido: ¿podemos realmente reducir las emisiones antropogénicas y vivir con lo esencial? y ¿qué es lo esencial y hasta cuánto, cada país, puede reducir sin afectar su economía?. Después de años de postergación y continuas justificaciones, finalmente muchos gobiernos –obligados por el virus SARS-CoV-2 (el causante de la enfermedad COVID-19)– decretaron una cuarentena inmediata en sus territorios, paralizando la mayor parte de sus actividades no esenciales; sin embargo, la economía de muchos países se ha visto mermada. 

Estas circunstancias especiales, vividas a nivel mundial debido a la COVID-19, obligaron al Perú a una cuarentena; es así que, el país viene trabajando por debajo de su capacidad real, pues aún no hemos recuperado las pérdidas económicas y los más optimistas creen que esto demorará, por lo menos un año.

Esta “Inmovilización obligatoria” trajo consigo, la paralización de una parte importante -si no al 100%- de los sectores comercial, público, agropecuario, pesquero, industrial, minero y transportes. También nos plantea serios cuestionamientos sobre la sostenibilidad de la economía y nuestro actual ritmo de vida, de la necesidad de vivir en armonía con la naturaleza y reducir las abismales diferencias socioeconómicas entre los seres humanos.

Esta paralización forzada, nos deja una gran lección, que puede traducirse en poco más de 3.5 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente reducidas, que se traduce en haber quemado más de 326 millones de galones de diésel o haber dado 434 mil vueltas al planeta. Esta reducción de emisiones se estimó por consumo de electricidad, transporte terrestre y transporte aéreo.

Reducción de energía eléctrica y emisiones en el SEIN – COVID19

De acuerdo al Balance Nacional de Energía (BNE, en MINEM, 2017) el consumo del sector residencial representa el 20.6%, mientras que los demás sectores consumen hasta el 79.4% del total generado.

De acuerdo al BNE, la mayor parte de la electricidad, en el Perú, es generada por unidades que pertenecen al Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN): 92%, el mismo que es administrado por el Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional (COES).

La cuarentena dispuesta por el gobierno, trajo consigo una importante reducción en el consumo de energía eléctrica y -como consecuencia- menor energía eléctrica generada (hasta 34% menos); además de un mayor uso de energía limpia (hasta 97% del total generado)

Esta reducción equivale a haber dejado de usar casi 72 millones de galones de DB5

Reducción de transporte terrestre

Por otro lado, pese a los lamentables casos reportados como infectados por la COVID-19, podemos rescatar algo positivo y más advertido por la ciudadanía: la reducción del Transporte Urbano de Lima Metropolitana y el Callao (este incluye: transporte público y privado), además de otras ciudades del país. Esto trae como consecuencia directa la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y los contaminantes locales (que afectan directamente a la salud de las personas).

De acuerdo a la Tercera Comunicación Nacional del Perú a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el transporte- representa el 43.24% de las emisiones GEI, dentro del sector Energía, a nivel nacional. Además, el transporte urbano de Lima Metropolitana y el Callao, representa aproximadamente el 42%[1] del transporte nacional. En este contexto, la reducción de emisiones de GEI en Lima Metropolitana y el Callao, por transporte terrestre (sin incluir transporte de carga) se estimaron en 1.3 millones tCO2e (acumulado al 30/06/20).

Una repercusión importante es la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, frente a un escenario donde no habría cuarentena (llamado “línea base”): 0.95 millones tCO2e (acumulado al 30/06/20).

Esto equivale a haber dejado de usar más de 130 millones de galones de DB5 en un auto promedio.

Reducción de transporte aéreo

Además, considerando las restricciones de transporte aéreo para el tránsito nacional e internacional; estas han reducido 1.2 millones tCO2e (acumulado al 30/06/20). Estas emisiones equivalen a dejar de usar 123millones de galones de DB5 en un auto promedio.

Por: David Lescano
Fuente: Alwa Ingeniería Sostenible

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